lunes, 3 de junio de 2013

Encontrarse

Cuando él llegó la encontró dormida. Estaba allí tendida bajo el árbol de la plaza que tantas veces habían recorrido juntos. Se acercó y vio a una hormiga caminando por su brazo llevando consigo un pedazo de hoja seca. Notó también cómo otra se abría camino por los pliegues de su falda.

Ella lo había estado esperando y se durmió viendo las nubes pasar. Sentándose a su lado, él la acarició con prudencia; hacía meses que no tocaba aquella piel. Intentó despertarla pero ella no reaccionó. Tras contemplarla un largo rato le dio un mimo por la espalda haciéndola estremecer; aquella caricia había tocado su alma.

Al abrir los ojos, encontró a su amado. ¡Cuánto tiempo lo había esperado! 

No hay comentarios:

Publicar un comentario