martes, 12 de junio de 2012

Palabras.

Y juro que la palabra era mi vida, que cada sílaba fue pensada. Buscaba el sonido de la perfecta armonía, sentía en ella la razón de existir. Deseaba en lo más profundo ser la voz que quisieras oír al irte a dormir, pensaba arrullarte y mimarte con historias sencillas. Confiaba en la palabra, creía en su capacidad de construir mundos. Veía florecer mis sueños en aquellas sílabas pronunciadas con la mayor delicadeza. Esperaba algún día sentir la resonancia de mi voz en tus pulmones, pero en ellos encontré silencio que me obligó a reducirme al pensamiento.

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